Lo hicieron enojar y reaccionó. Después de la derrota de la semana pasada General decidió tomar venganza. ¡Y de que forma! Goleó a su clásico rival por 4 a 0 y es puntero de la zona. Dos de Marcelo Peiretti, Walter Berardi y Acosta en los goles.
El partido arrancó siendo parejo, pero con el correr de los minutos el local hizo la diferencia. La Juve atacaba y creaba situaciones por la derecha con Suligoy, que se asociaba con Popelka para llegar al área rival. Hasta ahí el juego del visitante era interesante pero a la hora de definir y cerrar las jugadas no supo como hacerlo. Por un lado falló la delantera eclipsada por la tarea de la defensa y ni hablar de la excelente tarde que tuvo el arquero Nocera, que sacó todo. Pero el General nunca se quedó atrás en el ataque. Con mucha concentración tomó el dominio del balón y fue para adelante desbordando por todo el frente. Así llegó el primer gol. A los 25 Pablo Guri habilitó en el área al Flaco Peiretti, que frente al arco la mandó al segundo palo. A los minutos la Juve se perdió un clara oportunidad de empatar. Pero seis más tarde los de Calloni empezaron a cerrar el partido. Acosta fue el encargado de poner el partido 2 a 0 con un remate de cruzado desde la izquierda tras un tiro libre rasante. La clave de General estuvo en el dominio del balón, en saber manejarlo y administrarlo, pero fundamentalmente en la concentración del equipo. En el complemento el conjunto de Buosi-Barrera salió con todo a tratar de dar vuelta el resultado. En el primer cuarto de hora tuvo varias situaciones peligrosas que fueron neutralizadas por la defensa y por el arquero rival. La Juve intentó y fue sin ideas claras. A los 15, cuando mejor estaba la Juve, Peiretti otra vez marcó. Después de un centro perfecto de Espíndola al segundo palo, el Flaco entró solo y la clavó en el ángulo dejando sin reacción al arquero. A esas altura el delirio de la gente y de los jugadores se hacia sentir. El General mostraba su amplio juego dominando y armando jugadas de todo tipo y colores. Cada vez que llegaba daba la impresión de que iba a marcar. Los desborde por la izquierda eran permanente, la defensa rival no podía y no sabia como parar los ataques. A los 30 llegó el cuarto y ultimo tanto. Esta vez fue el goleador del certamen Walter Berardi. Con el balón en sus pies, entró al área y con un zurdazo cruzado mando el esférico al segundo palo. El resto del partido fue tranquilo, General sacó el pie del acelerador, manteniendo la pelota en su poder, para que pasara el tiempo. No cabe duda que General se tomó revancha. Es cierto eso que se dice que la venganza es un plato que se come frío, General lo ganó porque salió cien por ciento concentrado, porque jugó cada pelota como si fuera la última. Cuando el árbitro pitó el final explotó el Ítalo Alberto de felicidad.