Después de la victoria por 3-1 del General ante Trebolense, los jugadores visitantes se fueron muy enojados del campo de juego y, producto de ello, rompieron un vidrio y un par de puertas en el vestuario de las instalaciones del General San Martín. La gente local, muy enojada, se agrupó en la salida de los vestuarios para evitar que salgan los jugadores del ''Celeste''. La policía local y algunos dirigentes del club interfirieron y pudieron sacar a los hombres de El Trébol sin que la cosa pase a mayores. Ahora se está tramitando para que Trebolense pague por los destrozos en el vestuario asignado para la visita.